lunes, 22 de noviembre de 2010

ESTADO CENTRALIZADO Y DESCENTRALIZADO

Centralismo: Doctrina y sistema de gobierno que concentra la acción política y administrativa en manos de un gobierno central, el cual asume las funciones propias de organismos regionales y locales. Fue uno de los medios mas eficaces con que contaron las monarquías del Antiguo Régimen para la creación del Estado moderno. Pero durante el siglo XXI ha estado en declive, permaneciendo en Francia, Polonia y varios países latinoamericanos.

Descentralización: Doctrina y sistema de gobierno que reparte el poder con los diferentes territorios que lo forman. Lo cual supone la transferencia del poder del gobierno central a otras autoridades que siempre deben de estar ordenadas de forma horizontal y nunca de forma jerárquica. Cada territorio cuenta con su propio Parlamento (poder legislativo), Gobierno (poder ejecutivo) y Tribunales de Justicia (poder judicial). Alemania y España son ejemplos de estado descentralizado.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LOS MODELOS POLÍTICOS EN ESPAÑA

Centralización de los reinos hispánicos: Felipe V encolerizado por la traición de Aragón y sus aliados en la Guerra de Sucesión, decidió castigarlos promulgando los Decretos de Nueva Planta (1707, 1715,1716), conjunto de leyes que abolían los fueros de la Corona de Aragón. Estos decretos impusieron la centralización político-administrativa en todos los Reinos Hispánicos, una nueva organización parecida a la de Castilla. Felipe V llevo a cabo varias reformas, la de la Hacienda y del Ejercito.

Descentralización de España: Guerras Carlistas: Denominamos guerras carlistas a las tres guerras civiles que tuvieron lugar en España durante el s. XIX, entre los carlistas (absolutistas) partidarios de don Carlos, hermano de Fernando VII y los partidarios de Isabel II (liberales) hija Fernando VII. Este conflicto se inició en 1830, cuando Fernando VII al nacer su hija Isabel anuló la Ley Sálica (ley que impedía reinar a las mujeres). Esta medida no fue aprobada por don Carlos, hasta entonces sucesor, apoyado por los absolutistas. Ante la inminente amenaza de guerra de don Carlos, María Cristina (esposa del monarca) asumió la regencia de su hija, y tuvo que buscar el apoyo de los liberales (isabelinos).
Esta rivalidad por el poder provocó dos guerras, ambas fueron victorias isabelinas. La Primera (1833–1840) y la Segunda (1846–1849), que no eran más que guerra de guerrillas entre absolutistas y liberales.
En 1866, tras un reinado políticamente inestable, los demócratas y los liberales firmaron el Pacto de Ostende. En él, se pactó derrocar a la reina y convocar Cortes Constituyentes para decidir el régimen político.
En 1868, el triunfo de la Revolución provocó el exilio de la reina, lo que produjo un gobierno provisional que proclamó la Constitución de 1869. Establecía una amplía declaración de derechos como los de expresión, la soberanía popular, la división de poderes, el sufragio universal masculino, la monarquía democrática, etc.
En 1871, fue elegido rey de España Amadeo de Saboya. Pero este abdicó en 1873, debido a los enfrentamientos de la oposición de los republicanos y los partidarios de los Borbones. Y se instauró la Primera República (1873-1874).
Durante este período se escribió una nueva Constitución que no llegó a publicarse. En ella se establecía un Estado federal y descentralizado, que repartía el poder entre el Estado central y quince estados federales con autonomía. De ahí procede la razón de tener en la actualidad un Estado descentralizado.
El gobierno republicano se enfrentó a una tercera guerra carlista, a la guerra de Cuba y al levantamiento de algunos municipios, que se declararon repúblicas independientes (cantonalismo). Estas dificultades beneficiaron la restauración de la monarquía borbónica.

En la actualidad: Hoy en día, seguimos contando con un modelo de Estado descentralizado, que reparte el poder en diecisiete comunidades autónomas, dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla) y el Estado central. Cada autonomía cuenta con su propio Parlamento, su Gobierno y sus Tribunales de Justicia, aparte de los propios del Estado central.
Este modelo de Estado se consolidó finalmente con la Constitución de 1978. El Título VII trata sobre la organización del territorio estatal en municipios, provincias y Comunidades Autónomas. Y reconoce la autonomía de los municipios y la elección democrática de su alcalde y concejales y también la autonomía de las regiones, cuyas cámaras legislativas serán elegidas también democráticamente.

OPINIÓN PERSONAL

Desde mi punto de vista, creo que el mejor modelo de Estado es el centralizado por varios motivos, como por ejemplo el ahorro económico, por las condiciones de cada individuo y por las mejoras sociales.
Ahorro económico: En un modelo centralizado se produce un ahorro porque tan solo se paga a los cargos públicos de la capital y sus regencias que se encuentran todo el territorio. En cambio, en un modelo descentralizado no solo se paga los cargos públicos de la capital, sino que también a los de cada autonomía. Lo que produce un menor capital adquirido por cada habitante.
Condiciones de cada individuo: En el centralismo el gobierno central toma decisiones que afectan a las regiones que componen el Estado, y reparte equitativamente entre todas ellas servicios, obras públicas, etc. Todo esto produce una mayor igualdad entre los habitantes del país. Al contrario, en la descentralización cada autonomía se organiza indistintamente a las demás, pero depende en parte del gobierno central. Lo que hace que cada autonomía vele por sus beneficios. Y da lugar a una mayor desigualdad entre regiones y entre sus habitantes.
Mejoras sociales: La centralización hace que en todas las regiones del Estado tengan las mismas leyes, derechos y obligaciones. Esto hace que no hay regiones con mejores condiciones que otras y da lugar a una mayor igualdad entre habitantes que refuerzan el sentimiento de unión. Mientras que en la descentralización el espíritu de unión es menor, debido a que las condiciones y ventajas de las regiones son diferentes y que cada autonomía mira por su beneficio y no por el bien común.

2 comentarios:

  1. Fernando, lo mejor es la valoración personal aunque haya cosas bastante discutibles como por ejemplo que el estado centralizado garantice la igualdad entre los territorios...
    Hay alguna cosa que dices que no está bien como por ejemplo cuando hablas de las guerras carlistas y las incluyes en el epígrafe de la descentralización
    Bien 6

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  2. Otra discrepancia: los estados descentralizados son más eficientes en mi opinión, ya que los gobiernos regionales atienden mejor las necesidades de sus gentes que los gobiernos centrales que esatn más lejos y no conocen la realidad porque no la pisan ni la viven. Además, los gobiernos regionales pueden ser más fácilmente controlables des de la ciudadanía por el mismo motivo de proximidad, evitando así casos de corrupción.

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