domingo, 27 de marzo de 2011

El Imperialismo europeo en el siglo XIX

Esta imagen hace alusión a la política imperialista que se llevo a cabo por las principales potencias europeas Inglaterra y Francia, y mas tarde se sumaron Alemania Bélgica, Italia, España, Rusia Estados Unidos y Japón. Consistía en buscar el dominio político directo sobre territorios de África, Asia y el Pacifico, con fines mercantilistas, como por ejemplo la obtención de mercados para sus excedentes de producción, la explotación de las materias primas de las colonias y la conquista de territorios donde exportar capitales.

Las ocupaciones de África y Oceanía fueron poco costosas, ya que las estructuras políticas previas eran tribales, no poco fuertes (África) o ni siquiera existían estructuras políticas (Oceanía). En cambio, en Asia el reparto fue muy complejo, porque había unas estructuras políticas previas muy consolidadas. El caso más característico fue el de China, que entre 1884 y 1911 se dividió en cinco zonas de influencia controladas por Inglaterra, Alemania, Rusia, Francia y Japón.

Esta caricatura de la representación de las potencias europeas repartiéndose el mundo fue publicada en 1885, por Le Petit Journal, (un periódico francés). La intención de esta caricatura fue la de denunciar la política imperialista y a los lideres que la ejercieron.

Defiende a los países colonizados, en particular a China, ya que las potencias europeas solo se dedicaron a explotar los recursos naturales y adueñarse de los puertos para tener un mayor imperio colonial, en muchos casos estos objetivos conllevaron enfrentamientos con los nativos, como por ejemplo la Guerra de Opio. Los nativos salieron perdiendo en muchos de los casos, porque gran parte de las materias primas se exportaban y pocas se quedaban en China, lo que los empobreció bastante, y también tuvieron que adaptarse a otras culturas muy diferentes a las propias. El propósito principal de esta caricatura era hacer una crítica y mostrar a la sociedad del momento lo que las potencias europeas estaban haciendo en China.

En la imagen podemos distinguir (de izquierda a derecha) a la reina Victoria de Inglaterra, Guillermo II, emperador de Alemania, Nicolás II, zar de Rusia, Marianne, que simboliza la Republica francesa, Meiji Tenno, emperador japonés y encima de todos ellos el emperador de China, Daoguang.

El reparto de China no fue casual, sino que cada potencia defendía una zona de influencia. Inglaterra se aferraba fuertemente al Gran Valle del Yang-Tze, pretendían tener varios puertos por todo este valle para poder comerciar. La intención de los alemanes era la de extenderse por las provincias del Noreste, por eso ocuparon Shang Tung. Rusia también quería extender sus fronteras, reclamaron Manchuria y expandieron su influencia en Mongolia. Francia pidió los derechos concesionarios en Yunnan, Kwangsi, y parte de Kwangtung. Y Japón ocupó Fukien, región que está enfrente de la Formosa japonesa, para asegurarse de que China no se la quitara. La principal razón de este reparto del Imperio chino fue el interés económico.

El reparto de china no fue precisamente como una tarta, geográficamente hablando, pero si que se le asemeja bastante porque cada uno coge la parte que mas le gusta, como se suele hacer con las tartas. También podría ser porque el estado de China tiene una cierta forma redondeada que le puede atribuir esa comparación con una tarta.

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